bienvenida

¡Hola a todos!

Quiero darles la bienvenida a mi blog espero que les guste. Mi nombre es david tengo mucho que decir y poco tiempo para hacerlo, tanto que hechar afuera. Inspiración puede sobrar aveces, la imaginación es una herramienta fundamental y las palabras fluyen como un rio...

Cuantos temores no escondo, y cuantos más se alejan, mi mente es paresida a lo que se vive un dia de noviembre, mis ojos reflejan la luz de las blancas velas...sollozos, oraciones; mis labios nunca se abrirán para proclamar esas palabras. Deseos abundantes, corazón duro, virilidad débil. La suerte para mi no lo es todo, ni el dinero, ni el amor, ni la vida...ni nada.

Yace mi cuerpo inerte bajo el manto de un desierto suspiro inevitable, la luna se acerca para hablarme al oído, el sol se aleja para premiarme con la oscuridad. Y los colores penetrantes, como los que se ven un dia de noviembre. Ojos secos, arboles brillantes...viceversa.

Temores vanos, voces lúgubres, intentos inocentes; dicen que al final del camino está la luz.

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sábado, 2 de octubre de 2010

Melvin y su hermano gemelo Mélbin



Era el año 2001 cuando yo me sentaba en el lodo fresco a meditar, mis compañeros los crayones tenian sed y una hambre exagerada, yo los alimentaba con papel y calmaba su sed con mis trazos. Fué un domingo, lo recuerdo muy bien, cuando me reuní con mis primos en casa; yo tenía 6 años y mis demás primos eran todavía más menores. Nos sentamos a imaginar, conversamos y discutimos...seguimos pensando, hasta que el suelo se quebró y caímos sobre una enorme idea: Era el cuartel secreto de Melvin y su hermano gemelo Mélbin.
-Buenas tardes compadres, pásenle a lo barrido- dijo Melvin, todos entramos. Era un lugar muy desordenado; papeles tirados y desperdicios de comida en los sillones. Mélbin dormía plácidamente en el suelo con una cobija de mariposas, pero al oír nuestros pasos se levantó de un brinco y nos tendió la mano. - ¿que onda? ¿como están? hace tanto que no los veíamos por aqui- dijo mientras bostezaba. Estabamos aturdidos y solo contesamos con una sonrisa, poco más tarde nos llevaron a comer helado y caramelos, bajamos algodón de azucar de los arboles y fresas achocolatadas, del rio sacamos gomitas de colores y un dragón en miniatura de los que suelen vivir por esos lugares nos ofreció huevesillos de menta. La luna empezó a dar vueltas y gritaba histéricamente: ¡Pancho! ¡es Pancho Liz ese que se aproxima por allá detrás de la colina!
Estaba tan alterada que Júpiter pidió ayuda a Saturno para tranquilizarla, entonses se escuchó un gran escándalo y el palpitante verde cielo se comenzó a nublar. -Esto no puede estar pasando- dijo Melvin seriamente. - Es obra del malvado Nube Negra, no podría ser alguien más...- lo interrumpió un gran estallido de relámpago, estaba destrullendo la aldea rostizando con sus truenos a los habitantes malbaviscos, pero Melvin y Mélbin lo detuvieron con su ataque especial: el golpe mortal de la deliciosa paleta payaso, lo habian practicado durante meses. Pero cuando lo detuvieron, ya era demaciado tarde, Pancho Liz se disponía a arruinarle la fiesta de cumpleaños a Miguelito...¡pobre Miguelito! Pero Melvin y Mélbin no se dieron por vencidos y corrieron a la velocidad de la glucosa hacia la casa donde se celebraba el cumpleaños. Justo a tiempo llegaron; estaban partiendo el pastel, Pancho Liz iva llegando cuando Melvin y Mélbin se arrojaron contra el, le hicieron calzón chino, manita de puerco y le pusieron unos cocos. Miguelito lloraba de felicidad, los invitados de galleta aplaudían, el cielo ya se habia despejado, pero comenzó a llover confeti y gas de la risa. Y fué asi como Melvin y su hermano gemelo Mélbin salvaron la fiesta de cumpleaños de Miguelito...y luego desperté.

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