bienvenida

¡Hola a todos!

Quiero darles la bienvenida a mi blog espero que les guste. Mi nombre es david tengo mucho que decir y poco tiempo para hacerlo, tanto que hechar afuera. Inspiración puede sobrar aveces, la imaginación es una herramienta fundamental y las palabras fluyen como un rio...

Cuantos temores no escondo, y cuantos más se alejan, mi mente es paresida a lo que se vive un dia de noviembre, mis ojos reflejan la luz de las blancas velas...sollozos, oraciones; mis labios nunca se abrirán para proclamar esas palabras. Deseos abundantes, corazón duro, virilidad débil. La suerte para mi no lo es todo, ni el dinero, ni el amor, ni la vida...ni nada.

Yace mi cuerpo inerte bajo el manto de un desierto suspiro inevitable, la luna se acerca para hablarme al oído, el sol se aleja para premiarme con la oscuridad. Y los colores penetrantes, como los que se ven un dia de noviembre. Ojos secos, arboles brillantes...viceversa.

Temores vanos, voces lúgubres, intentos inocentes; dicen que al final del camino está la luz.

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domingo, 21 de noviembre de 2010

Assasin Hair


Mira, este es un asesino muy especial.
Sus victimas sólo son personas con el cabello muy largo y muy bien cuidado.
Lo primero que hace es meterse a su casa mientras duerme...esa chica se preocupa mucho por su cabello...largo y rubio.
Se peina mucho antes de irse a la cama y cuando está dormida él sale y se lo enreda en los tubos que tiene su cama.
Ella despierta y se percata que está ahi mirandola con un cuchillo en mano, pero no trata de defenderse; sino que trata de desenredar su hermoso cabello y éste la mata.

Y eso no es todo...tubo otra victima: un rockero muy alborotador.
Ya le habia seguido la pista desde que iba saliendo del bar.
Este muchacho traía una larga y liza melena completamente perfecta que le llegaba casi a la cintura.
Mientras caminaba por la calle nuestro asesino lo iba siguiendo, con sus pesados pasos y su respiración agitada por el extasis que le provoocaba matar.
El joven lo percibió y entre las calles sólo se escuchaban sus apretados pasos y el rápido latir de su corazón. ya sabia lo que le iba a pasar.
El asesino se adelantó y el no sabia que hacer, corrió entre las calles pero al llegar justo abajo de una de esas lámparas que alumbran el paso el asesino se lanzó
y lo colgó de las greñas en aquella lámpara.
el chico murió de espanto...y parte de dolor.

Se trata, esta vez, de un jóven policia. Las chicas lo adoran, larga y rizada cabellera, simpatía falsa. Siempre se vé obligado a cumplir el turno nocturno, gasta su empleo en pagar un par de horas con una mujer que no vale la pena, o con dos quizá.
Nunca se hubiera imaginado como terminaría. Tres de la mañana, terminada su rutina se disponía a llegar a su casa, las avenidas estaban vacías. El rumor de la noche llevaba consigo vientos de muerte. Justo en medio de la encrucijada, un neumatico falla. ¡ Qué carajos pasa!, el asesino está pendiente. La encrucijada es la unión de varias ciudades, por las mañanas hay mucho transito, por las noches solo se encuentra soledad. El policía sale a inspeccionar con linterna en mano, pues lo único que ilumina en la fresca madrugada es un viejo semáforo de cuatro caras, para las cuatro vías de la encrucijada. El policia busca en la cajuela de su patrulla un repuesto de neumático, y ahí se hace presente nuestro sangriento colega cumpliendo una vez más con su acto. A la mañana siguiente, el transito matutino se detiene para presenciar la obra del asesino del cabello. El policia yacía colgado de los cabellos en lo alto del semáforo...y nadie supo cómo, ni cuándo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

La triste historia de Caperucita Roja


Media noche, se escucha el tren pasar. Aún pasa muy cerca de aquel bosque que cubren las tinieblas, la oscuridad y el silencio absoluto. Nadie quiere mencionarlo porque los recuerdos duelen, como una cicatriz que se abre...y las flores ya no tienen el mismo aroma.
Ocurrió un 15 de noviembre, el sol comenzaba a apagarse a petición de las distantes montañas, en un pueblo tan hostil y siniestro que no vale la pena mencionar. Ahí vivía una jóven de 17 años quien tenia por seudónimo "Caperucita Roja" debido a que usaba con frecuencia una capa tan roja como la sangre que su madre le había obsequiado. Era muy bella, pero muy distraída también. Esa misma tarde su madre le pidió que llevara unos hongos para su abuela, que estaba muy enferma y estos le ayudarían a remediarse o a morir más rápido. La muchacha salió, comenzaba a oscurecer y el ambiente se puso tenebroso, su madre le advirtió que no tomara el camino corto puesto a que era peligroso. Débiles llamas en unas antorchas alumbraban el camino, que al paso de Caperucita se iban apagando con el viento, a lo lejos un rumor se escuchaba junto al aullido de un lobo, la luna viajaba entre espesas nubes a gran velocidad y las sombras que se formaban gracias a las antorchas creaban espectrales figuras que daban a la noche un toque sombrío. Al entrar al bosque, el canto de los cuervos rodeaba el paso de la jóven, que no se daba cuenta que tras ella un gigantesco lobo la iba siguiendo cautelosamente. Pronto se cansó la chiquilla y bajo un marchito árbol reposó un momento, el lobo feroz aprovechó para engañarla. -Buenas noches-dijo con aires seductores el muy gañán-¿acaso perdida está usted en medio de este bosque tan espantoso?-La muchachita se negó-voy a casa de mi abuela-El lobo astuto engatuzó a caperucita para que tomara el camino corto y hábilmente lo logró mientras que él corrió a casa de la abuela (a caza de la abuela). Este maligno animal ya se traía algo entre garras, pues lo que el quería era darse un festín de abuelita y nieta incluída. Al llegar el lobo canaya a casa de la abuelita tocó suavemente, entre el rumor del bosque y el silencio del hogar la anciana abrió la puerta queriendo encontrar a la dulce caperucita y sólo encontró una gran mandíbula repleta de filosos colmillos cortantes que enseguida trituraron a la pobre abuela, dejando una enorme marca de sangre sobre la entrada. El lobo se metió a la casa y se puso la ropa que traía puesta la anciana y metiendose a la cama escuchó la puerta tocar, la jóven que llegaba detrás de esa puerta estaba; un poco extrañada por la marca de sangre. -Abuela, abre, soy yo, caperucita roja-dijo la muchacha,-pasa hija, pasa-gritó el lobo tratando de imitar la voz de la abuela.
Caperucita pasó, aun más extrañada, y esque le pareció muy raro ver a su abuelita tan cambiada. -Abuelita, te traego estos hongos para que los comas, te harán bien...¡pero cuánto pelo tienes abuelita!-Sí hija...lo que pasa esque...es un abrigo muy grande que me cubre todo el cuerpo porque tengo mucho frío. -Pero que ojos tan grandes tienes abuelita- Si, si; son para verte mejor. -¡Y que orejas tan grandes abuelita!. -Si, son para escucharte mejor. -El lobo se relamía los labios de izquierda a derecha mientras Caperucita lo miraba más de cerca. -¡Que dientes tan grandes y filosos tienes abuelita! ¿porque estan sangrando?...abuelita ¿porqué me miras así?...
El lobo se lanzó sobre ella, de un zarpazo le arrancó la cabeza, con sus garras le abrió el vientre y chupó sus entrañas. Al final no dejó ni un sólo rastro de la jóven ni de su desdichada abuela, más que horribles manchas de sangre que el viento helado congeló.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Exit music (for a film)


-Espera, no puedes irte ahora. ¿Donde estás dejando mis iluciones? ¡Las has escondido de nuevo! Por favor, devuelvelas, estoy cansado de esto y no puedo seguir si no me las entregas. Sí, quiero seguir.
-¿Para que las quieres? Creeme que si te las quité fué por algo, y yo no quiero, tal vez me quede en otra habitación.
-No me hagas esto por favor...
-¿Que tienes ahora? Nunca me habias hablado así, dime que pasa.
-Aún no lo entiendes, tengo que confesartelo ahora...pero; no se si pueda. Estoy tan débil que mi cuerpo cae en pedasos que tu te ocupas en pisotear y me escupes.
-...Sólo dimelo y ya.
-Te amo...es eso, es tan simple y complejo a la vez. Así es, yo te amo y ahora, tan sólo quiero que te quedes conmigo.
-Eres tú y no yo, bien lo sabes...pero no puedo resistirme. Has logrado tu proposito, creo que comenzaré a amarte, debo aprender a hacerlo.
A la mañana siguiente:
-Despierta, por favor despierta. Te vez tan hermosa mientras sueñas que me parese injusto tener que levantarte, pero...ellos estan aqui, ¡tenemos que escapar! Empaca, rápido, tenemos que escapar ahora.
-¿Estan aqui? ¡No puede ser! No los escuché llegar, estaba profundamente dormida, lo siento. Vamonos rápido.
-Acercate, sólo un poco. Besame profundamente, por que tu sabes que no saldremos vivos de esta. Acercate...
-Lo hago. Me siento tan incompetente, me siento como una inútil.
-No digas lo que no eres, seca tus lágrimas y vamonos, tu padre podría escucharnos. Vamonos antes de que llegen aqui, antes de que se desaten todos esos demonios.
-¡Corre, corre, vienen hacia aca! voy adelante, sólo sigue corriendo.
-Estoy corriendo, voy siguiendote, hazlo más rápido que podrían seguirnos.
-El aliento me falta, no podré continuar.
-¡Respira, respira! No pienso dejarte aqui para que te coman viva. ¡Sigue repirando! No puedo hacer esto solo, ¡no quiero perderte ahora!
Por la tarde:
-Ven, cantame una canción, una que pueda mantenernos cálidos. Hace tanto frío...tanto frío.
-Estan aquí...¡nos han encontrado! ¿cómo?
-No intentes escapar más, hemos perdido. Acercate de nuevo, ven y cantame al oído. Ellos nos matarán.
-Estamos perdidos...no queda más que decir, más que...te amo, y no estoy triste, porque voy a morir contigo, ¡Oh, te amo!
-Ven a mi, ahora somos uno, ¡Ahora somos uno!...en esta paz, eterna, eterna. ¡Somos uno!...esperaremos sepultos a que se coman entre ellos, que su sabiduría los atragante. Esperaremos.
-Caminaremos hacia el horizonte.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Cempasúchitl


Cempasúchitl. Oigo voces con olor a papel picado, o ¿son las sombras que pisan las calles allá en aquel rincón? Pues aqui me hallan comiendome las lágrimas de los vivos, y me venian a avisar que estaba muerto. Me heché a reír, me heché a correr, me heché a volar y entre tantas estrellas que habia no podía ver.
Nada más no me deshojes, que me muero. Me quitas el rostro ¡y yo que te quito el espíritu!
Ya mejor me vine, que mi tallo se me secaba, que mientras busco la fuente se venden bien en el mercado, yo nada más no. Y qué más dá si no soy de aquí.
Cempasúchitl. Oigo voces con sabor a veladora apagada, es una cosa tan peluda y tan hermosa y tan negra y tan grande y tan rasposa, que ni 10 cocodrilos, ni 10 goliaths, ni 10 sombras nocturnas, ni 10 bellas mujeres, ni 10 penes se les comparan.
Mis calaveras me desian las verdades escondidos dentro del más profundo tono menor, ¿pero que querian que yo hiciera? ella si me comprende, pero no está disponible. Mi confusión va en aumento.
Cempasúchitl. La boca te sabe a mole, la nariz a chocolate y las cejas a disgusto.

Goth...


Levanta la cara, mira hacia el cielo, deja que la noche te abrase y sentirás el frío.
Acercate al imponente huracán, cabalgarás con la muerte dentro de él, tu pálido rostro se inclinará para ver a la humanidad hundida en la miseria, has notado que la esperanza murió ayer obstinandote al sacrificio, puedes ver a la doncella desnuda por el miedo, cubriendose con una rosa, roja rosa, empapada por la sangre que derrama la guerra, cubierta de soledad y angustia que ésta causa; por hambre y por miedo.
Bienvenido a la tierra sin violencia, donde la paz se oculta en la oscuridad, el miedo es vida y la tristeza es un consejo. Mira mi mente, dime qué piensas, mira mis ojos nublados como los días buenos, mira mis manos y verás al tiempo, enemigo del amor, enemigo de la felicidad; porque el tiempo hace que todo termine. Estoy aqui esperando a alguien que espera por mi, esperando al tiempo. Esperando como la luna que ilumina mi presencia,que el sol quema con sus fuegos de desesperación.
levanta la vista, observa la noche, siente el frío. Pisa la tierra ardiente como el infierno, pon los pies en tus sueños, que sólo quedarán ahí, plantados como los árboles que mueve el viento. Entra en la realidad, camina por las oscuras calles, reflexiona la muerte, cae por el vacio de tu alma, llega al fondo y encuentra soledad, busca la vida, encuentra al tiempo, haz lo que tengas que hacer, dí lo que tengas que desir; te ahogarás en el mar de sangre donde las rosas nacen, revivirás donde mueren, haz lo que debas.
Haz visto lo que nadie, haz oído lo que nadie, haz sentido lo que nadie y la cruel vida te hará víctima de tus pensamientos; te quitará lo que ya conseguiste. No haz visto nada, no haz oído nada, no haz sentido nada, pero en cambio lo celebrarás bebiendo muerte y comiendo infierno, sobre cielo y tierra que te obligaron a nacer y despues a dejar de vivir, regresarás al polvo del que surgiste, te sentirás culpable del mundo, te desharás en tardías plegarias.
Sientate conmigo en el solitario hogar de un lago con reflejo de cristal, deja que el llanto de los cuervos sea la música de nuestros corazones, que las sombras cubran nuestra existencia, que las nubes no cieguen la luna, reflejada en el cristal del lago, donde yacen las lágrimas eternas de las aves, lloran sin remedio tanto sin motivo, que al paso de los años, nacen y mueren para lo mismo.

Noviembre



Noviembre me trae de cabeza
con su viento y con sus colores,
el pan de muerto en la mesa
y el aroma que tienen sus flores.

Lleva sabor a camote y a calabaza,
el cempasuchitl va iluminando.
Niños corriendo de casa en casa,
unos riendo mientras otros llorando.

Hay muchos que son malinchistas,
esos que celebran los "halloweens";
aqui es Mexico, te pido no insistas.
The Day of Dead always here wins.

Se lleva en el alma y en el corazón,
desde que vivían aqui los aztecas
se pone la ofrenda con dedicación,
en Oaxaca, Morelos y en Zacatecas.

En Noviembre crece mi alegría
que vuela, sube, baja e imagina
que el mundo asi siempre sería,
tomando de la mano a La Catrina.

Y así, nada más puede faltar;
ni subditos, ni reino, ni corona
sólo pan de muerto y cantar
"la sandunga" o tal vez "la llorona".

Noviembre me trae de cabeza
con su viento y con sus colores,
el pan de muerto en la mesa
y el aroma que tienen sus flores.