bienvenida

¡Hola a todos!

Quiero darles la bienvenida a mi blog espero que les guste. Mi nombre es david tengo mucho que decir y poco tiempo para hacerlo, tanto que hechar afuera. Inspiración puede sobrar aveces, la imaginación es una herramienta fundamental y las palabras fluyen como un rio...

Cuantos temores no escondo, y cuantos más se alejan, mi mente es paresida a lo que se vive un dia de noviembre, mis ojos reflejan la luz de las blancas velas...sollozos, oraciones; mis labios nunca se abrirán para proclamar esas palabras. Deseos abundantes, corazón duro, virilidad débil. La suerte para mi no lo es todo, ni el dinero, ni el amor, ni la vida...ni nada.

Yace mi cuerpo inerte bajo el manto de un desierto suspiro inevitable, la luna se acerca para hablarme al oído, el sol se aleja para premiarme con la oscuridad. Y los colores penetrantes, como los que se ven un dia de noviembre. Ojos secos, arboles brillantes...viceversa.

Temores vanos, voces lúgubres, intentos inocentes; dicen que al final del camino está la luz.

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sábado, 4 de diciembre de 2010

El cuervo


Fue una fría tarde de invierno, el viento soplaba las hojas que los árboles tiraban. Cuatro hombres llevaban cargando el ataúd de mi amada esposa hasta aquel agujero; donde yo, observaba tristemente el acontecimiento. Cuando la tierra cubrió por completo el hoyo, una lágrima recorrió mi rostro, lleno de angustia y recuerdos vacios.
Lúgubres cuervos revoloteaban sobre la tumba, donde yo, inmóvil me encontraba contemplando. Cada vez se escuchaban más graznidos y el número de estos aumentaba, así como su alteración, a tal grado que intentaron atacarme, elevándose hacia el cielo cubriendo el sol.
Lo único que pude hacer fue bajar la cabeza y retirarme del lugar. De regreso a casa, pasé por un estrecho camino de árboles secos, sólo se escuchaba el rumor del viento y el crujir de las hojas secas al pisarlas. Al seguir caminando vi caer una enorme pluma negra del tamaño de un brazo, la vi fijamente y la recogí asombrado, y volteé para ver a que animal le pertenecía y sólo pude ver una misteriosa estatua de un ángel con rostro apacible. Cuando de pronto se escuchó un revoloteo, mientras volteaba a ver la gran pluma que mis manos sostenían, y al voltear la vista hacía la estatua, esta desapareció. El pánico entró en mi cuerpo y no me contuve por lo que comencé a correr desesperadamente sin detenerme hasta llegar a mi hogar.
Al entrar por la puerta encendí la luz, pero algo hizo que se apagara. Con desesperación busqué una vela, la que encendí con un cerillo y me dirigí hacia la sala donde la puse, cercano al retrato que tenía con mi esposa en nuestra boda donde le juré que hasta la muerte no nos separaríamos. Me quedé observando, hasta que un cuervo entró por la ventana emitiendo un terrible graznido que me distrajo. Traté de ahuyentarlo pero el cuervo me esquivó y misteriosamente aumentó de tamaño hasta tomar la forma de la misma Muerte quien tenía unas inmensas alas negras que ocultaban a mi esposa muerta, sorprendido lo único que pude hacer fue acercarme a abrazarla mientras la Muerte nos cubría con sus alas, para así unirnos nuevamente.

Si la Muerte nos separó...hoy volvemos a estar juntos gracias a ella.

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