bienvenida

¡Hola a todos!

Quiero darles la bienvenida a mi blog espero que les guste. Mi nombre es david tengo mucho que decir y poco tiempo para hacerlo, tanto que hechar afuera. Inspiración puede sobrar aveces, la imaginación es una herramienta fundamental y las palabras fluyen como un rio...

Cuantos temores no escondo, y cuantos más se alejan, mi mente es paresida a lo que se vive un dia de noviembre, mis ojos reflejan la luz de las blancas velas...sollozos, oraciones; mis labios nunca se abrirán para proclamar esas palabras. Deseos abundantes, corazón duro, virilidad débil. La suerte para mi no lo es todo, ni el dinero, ni el amor, ni la vida...ni nada.

Yace mi cuerpo inerte bajo el manto de un desierto suspiro inevitable, la luna se acerca para hablarme al oído, el sol se aleja para premiarme con la oscuridad. Y los colores penetrantes, como los que se ven un dia de noviembre. Ojos secos, arboles brillantes...viceversa.

Temores vanos, voces lúgubres, intentos inocentes; dicen que al final del camino está la luz.

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lunes, 11 de julio de 2011

Soñando



Sueño con soñar, sueño que respiro una tormenta, sueño con la Luna y con sus hijas, con las hijas de las piedras, con las lineas rectas de horizontes cruzados, sueño con el faro y su luz viene a dar a mis párpados cerrados; pero no me molesta, sigo soñando.
Sueño, una vez más, con las olas, las conchas y las caracolas, los cientos de miles de gotas de lluvía que tapizaron de sueños la calle, acomodaron alfombras en todo el suelo, incluso en las paredes y hasta la playa y la arena alfombraron.
Estos días no ha sido sencillo, que el mar acaricie las rocas con sus manos de olas, por eso me pongo a soñar, y la Luna me canta canciones de cuna, el sonido que grita los agravios se calla, se sienta a contar relatos de marineros de agua dulce que perdieron la vida y la suerte, el todo y la nada por zarpar sin antes haber elevado anclas, esos son los sueños dificiles, de tormenta e islas desiertas.
Sueño que las gaviotas son las notas que entona el cielo cuando el Sol se resvala desde arriba hacia abajo, las nubes lo cubren para que no lo vean caer, es inutil, la noche lo delata y en lo alto, sonríe y hace tantos guiños como puede con las estrellas. Entonces se unen el cielo y el mar, en un matrimonio prodigioso , uno trae un traje muy parecido al del otro, pero el cielo cuando cae la noche se viste de negro y el mar conserva su azul, ambos engalanados de estrellas, unas cósmicas y otras marinas, no encuentran sus corazones, pero saben que se aman, por eso sueño y vuelvo a soñar.
Y la locura me invade, se pega a mi como arrecife de coral, y busco la salida en el fondo del mar, muchas veces ya me he ahogado, y otras veces más no he podido zarpar, con el miedo a bordo en mi barco de papel, soy un marinero de agua dulce, bastante salado, en cuestión de navios rosas, soy capitán de pequeñas cosas, de triste navegación, sueño cuando el mundo se acaba y en mis sueños comienza otro nuevo a orillas del mar mojando los pies de la esperanza.
Voy soñando con mis remos, sin tripulación, ni sentido, ni ruta, ni dirección, ni destino, voy soñando que sueño con un día mejor, y a lo mejor un día sueño con que no estube despierto el día de hoy. Sigo soñando despierto.

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