bienvenida

¡Hola a todos!

Quiero darles la bienvenida a mi blog espero que les guste. Mi nombre es david tengo mucho que decir y poco tiempo para hacerlo, tanto que hechar afuera. Inspiración puede sobrar aveces, la imaginación es una herramienta fundamental y las palabras fluyen como un rio...

Cuantos temores no escondo, y cuantos más se alejan, mi mente es paresida a lo que se vive un dia de noviembre, mis ojos reflejan la luz de las blancas velas...sollozos, oraciones; mis labios nunca se abrirán para proclamar esas palabras. Deseos abundantes, corazón duro, virilidad débil. La suerte para mi no lo es todo, ni el dinero, ni el amor, ni la vida...ni nada.

Yace mi cuerpo inerte bajo el manto de un desierto suspiro inevitable, la luna se acerca para hablarme al oído, el sol se aleja para premiarme con la oscuridad. Y los colores penetrantes, como los que se ven un dia de noviembre. Ojos secos, arboles brillantes...viceversa.

Temores vanos, voces lúgubres, intentos inocentes; dicen que al final del camino está la luz.

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sábado, 29 de octubre de 2011

A una flor


Yo no soy de esos que van por el mundo provando las cosas nuevas y viejas, no soy tan atrevido, tampoco soy de esos que compran el amor con dinero, no soy de aquellos que sonríen hipócritamente. Me gusta sentir como la Luna me mira desde arriba y llorar de felicidad y melancolía, me gusta guardar misterios en mis bolsillos, seré sincero...no soy nada.

Quiero volver a repetir, lo complicadas que son las flores, no puedes llegar y regarlas con palabras sin pretender que un fruto de esas palabras salga a la luz, con las flores no es así, son caprichosas, y a pesar de la sinceridad, siempre se muestran indiferentes. ¡Las flores son tan complicadas!

He elegido una flor, la miro siempre, es hermosa y mis ojos se sienten alagados de verla, tiene la Luna sobre su boca y hace brillar sus labios como el sol, me pongo ansioso si al llegar la puesta del sol no llego yo a mirarla, siento desesperación, porque no puedo estar cerca...de aquella flor, debería ser delito poseer tanta belleza...yo mismo la encarcelaría, pero sentiría tristeza, porque yo solo quiero que esté conmigo...me siento bulnerable y delicado...creo que es amor.

Es otoño, ojalá pudiera conformarme con un par de cigarrillos y un café, pero hay una locura muy incrustada a mi piel, hay tanto que no le he dicho y tanto que me gustaría hacer. Existen dos laberintos que se extienden en el reino de mi demencia uno afirma y el otro lo niega. En medio de ambos laberintos, de gran tamaño, hay un libro, un libro colosal, de páginas en blanco, páginas y páginas en blanco, y es mi angustia. Pero el libro es sabio y solo espera con gesto amargo, espera a que alguien llegué a escribir sobre el, una historia de amor.

¿Qué pensará esa flor de mi? me lo pregunto cada noche, aqui en la lejania, hace frío y la melancolía me abraza como una madre abrazaría a un hijo, pero a mi me hace tan miserable. Son un grave delirio, las flores, son húmedas y tibias, y dan tentación, bajo sus pétalos debe guardar un secreto, aquella flor, un marchito secreto guarda...así como lo hago yo.

Los sonidos de la noche son agudos y severos, yo me encuentro velando mi agonía, una flor delicadamente debe estar soñando ahora, muy lejos de mi, y tengo ganas de llorar...tal vez las lágrimas cierren un par de heridas - las cuales han salido ahí por pura casualidad- heridas que nadie causó, y miraré como declinan las estrellas con la luz del amanecer. Y sabré que no hay nadie a mi lado. Todo será grotescamente gris, como en alguna de esas peliculas viejas...de esas que no son de comedia.

Voy a cantar un arrullo, para que mis manos duerman tranquilas - fuera de inquietudes ya desencadenadas- y caegan en un profundo sueño. Podrán soñar, quizás...que otras manos buscarán entrelazarse, y mis manos estarán tan cerca para poder hacerlo. Yo tambien debo soñar.

Descubrí un secreto, tajante, hiriente...tengo un secreto y miles de malestares que lo ocultan. La quiero...ella no me conoce, pero yo la quiero. Y si el mar es tan profundo...podría ir a ahogar mis palabras, y si estubiera mintiendo ( dios mío, ojalá!) degollaría letra por letra ese tropiezo...pero, no miento. Sé que la quiero, porque me hace bulnerable, por que me hace silencioso, porque crea laberintos, y hace crecer en mi la melancolia, porque me mantiene en suspenso, porque me obliga a desear lluvia, porque le he mostrado la Luna y...la quiero...................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

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